Dice un viejo cuento sufi, que cuando un niño está en el seno de su madre tiene todo el conocimiento del mundo. Sabe cuántas estrellas hay en el firmamento, cuántas gotas hay en el mar y cuántos granos de arena en el desierto. Conoce los misterios del cielo y las estrellas, y hasta la última letra de las sagradas escrituras.
No hay misterio sobre la faz de la tierra que desconozca, ni misterio en el cielo o en el mar que no pueda resolver.
“APRENDE”