” En 700 años el laurel reverdecerá  ”

Fue el grito de Guillaume Bélibaste (o Guilhèm de Belibasta en occitano), el último de los perfectos cátaros, quemado en la hoguera, en el año 1321.

La profecía, que fue escrita en 1244, y se la encontró junto a otros documentos, luego de la quema de los cátaros un 22 de julio*, en la fortaleza de Montsegur, se cumpliría el próximo 2021.

Dice: el laurel reverdecerá, o lo que es lo mismo, la iglesia del amor  (la de los cátaros, la de Jesús y Magdalena) renacerá.

Tal como explica magistralmente nuestra amiga Marisa Ventura, –una de las voces más autorizadas a nivel mundial sobre Magdalena-, la profecía también señala que en esta iglesia, no hay membresias, es decir, el que pertenece, sabe que pertenece; toda la humanidad es una con el todo; cada uno dedicará su vida al amor al prójimo, al cuidado del planeta y del medio ambiente.

Los cátaros eran gnósticos, es decir, creian en el Nous, o la conexión uno a uno con Dios, siendo cada uno de nosotros, recipientes o vasijas sagradas del Espíritu Santo.

El trabajo es personal e íntimo, tal como se postula, en ese verdadero manual ilustrado que es el Tarot.

*el 22 de julio se celebra el día de Magdalena, en conmemoración de esta quema.

 

Los dejo  ahora, con esta estupenda entrevista a Marisa, que relata cómo los de la iglesia de Magdalena, que fue quien transmitió las verdaderas enseñanzas de Jesús, abrieron el camino, pero pagaron el precio.