¿Vives estresadamente sin respetar tu ritmo interno vital? ¿Quieres agradar a todo el mundo? ¿Vives de apariencias?
Hoy se sabe que todas las enfermedades que padecemos nos las provocamos nosotros mismos con nuestros estilos de vida.
¿No lo crees? Te invito en cinco pasos a revisar el tuyo.
Uno. Primera pregunta: ¿Te quieres incondicionalmente? Escucha y analiza tu respuesta.
No te amas ni te aceptas sin peros, ¿verdad? A mí también me pasa, y es que amar al prójimo como a uno mismo es un camino, una tarea, que a veces puede tomarnos toda la vida. Y nuestro enemigo más grande en la lucha somos nosotros mismos.
Dos. Revisa tus hábitos. ¿Son constructivos o destructivos? ¿Fumas, comes o tomas alcohol en exceso? ¿Consumes drogas, incluidos los sedantes? ¿Te alimentas sanamente? ¿Haces aunque sea un poco de ejercicio? ¿Te embriagas con la Internet? Estas son conductas externas. Hay otras más sutiles, sin embargo, que te enferman más: ¿Vives estresadamente sin respetar tu ritmo interno vital? ¿Quieres agradar a todo el mundo? ¿Vives de apariencias?¿Te pasas a llevar a ti mismo(a)? ¿Generas situaciones tensas consciente o inconscientemente? ¿Te tragas las rabias? ¿ Vives conectado(a) a la energía del miedo? ¿Soportas personas que no te agradan? ¿Cuando algo te duele eres valiente y dices ya dolió suficiente o sigues enganchado(a) al dolor? ¿Das demasiada importancia a situaciones o personas? ¿Te pones siempre al final de la lista? ¿Pones tu felicidad no en tus manos, sino en manos de otro(a)?
Completa la lista.
Tres. Mira los regalos que te haces a diario, o al menos una vez por semana. Una o dos horas nutritivas sólo para ti, para hacer lo que te gusta, son combustible para la felicidad. Toma un baño de tina caliente y perfumado, pinta si te gusta pintar, escribe si te gusta escribir, borda si te gusta bordar, jardinear, cocinar, bailar. Teje, trota, haz cualquier cosa que te llene el alma y vibre en sintonía contigo.Ve al cine con tus hijos,encuéntrate en un café con un amigo o amiga, escápate a solas con tu pareja. Relájate. Ponte cómodo(a). Disfruta celebrándote a ti mismo (a). Tu bienestar chorreará hacia tu familia y todos los rincones de tu hogar.
Completa la lista.
Cuatro. Revisa las personas con las que convives a diario. ¿Cuántas de ellas te aportan y cuántas te chupan energía? A veces no podemos evitarlas, pero hay que siempre cuidarse a uno mismo (a), poniendo límites. Ojo con los vampiros emocionales.
Cinco. ¿Cuánto de tu tiempo lo vives en el pasado o en el futuro, allá y entonces, y cuánto en el presente, aquí y ahora?
Te invito y me invito, a tener una buena vida. Sencilla, honesta, conectada a lo esencial.
Muy buen cuestionario. Sirve hacerse autoexamen periodicamente…
Gracias,
Gracias por el artículo es realmente una lección de vida.
Muy bueno claro y positivo