Si estás pasando por una pena, una pérdida, un momento difícil, esta mini meditación es para ti.
Respira. Puedes encontrar la paz en medio de la tormenta o dentro de la actividad frenética del día a día.
Verás como te calmas en sólo tres minutos.
 
1. Encuentra algo de privacidad. Si no puedes moverte de donde estás (digamos en la oficina, por ejemplo), tómate tres minutos y ponte audífonos con música de relajación. Siéntate cómodo y cierra los ojos.
2. Propónte una intención. Di en tu corazón algo así como “sé que puedo solucionar este problema, sé que puedo estar en paz, sólo necesito claridad.”
3. Libérate de la tensión. Haz cuatro respiraciones hondas. Inhala y sube los hombros. Exhala y suéltalos.
4. Haz 10 respiraciones lentas inhalando amor y exhalando gratitud. Sí, leíste bien, exhalando gratitud: este momento doloroso o difícil traerá despertares. Concéntrate en el aire que entra y sale. Si vuelve el diálogo interno, empieza de nuevo hasta que consigas hacer 10 respiraciones consecutivas sin distracción.
5. Recupera tu intención. Para terminar, pon las manos en posición de oración frente a tu corazón, e inclina la cabeza. Repite tu intención agradeciendo a tu ser superior por lo que ya viene en camino y te ha sido dado (calma o lo que sea hayas pedido).