æícara...No necesitas de un decorador para poner en un lugar destacado esas tacitas que eran de tu abuela. O para colgar esa pintura campestre que te recuerda una infancia feliz.
Impregna tu casa con tu energía y verás como ella resplandece.
Llénala de tus flores, frutas y perfumes favoritos.
Cuando compres algo para ella, traspasa el umbral de la puerta y dile: ¡Mira lo que te traje!
Creative Commons License fotógrafo: Renata Diem