No necesitas de un decorador para poner en un lugar destacado esas tacitas que eran de tu abuela. O para colgar esa pintura campestre que te recuerda una infancia feliz.
Impregna tu casa con tu energía y verás como ella resplandece.
Llénala de tus flores, frutas y perfumes favoritos.
Cuando compres algo para ella, traspasa el umbral de la puerta y dile: ¡Mira lo que te traje!
fotógrafo: Renata Diem
Me encantó, sobre todo por el saludo entrando a la casa: Mira lo que te traje… genial!
Me encantó tu escrito. Vestir mi hermosa casa.Me encantó el saludo que propones, lo haré mio. Gracias por tus escritos, son luz, color, perfume, aire…….
Gracias a ti, por estar ahí. Bendiciones.