Tengo la costumbre de tomar agua en ayunas, todas las mañanas. Pero antes de beberla, sostengo el vaso unos segundos y le envío amor.  La honro, la bendigo y le agradezco.
CascadaEntonces el agua de la llave, que normalmente sabe a cloro, se torna dulce. (No me lo creas,  haz la prueba tu mismo enviando tus mejores intenciones).
Como una gota de agua es agua, como todo es uno y somos uno, y como el agua tiene memoria emotiva, según comprobó científicamente el físico japonés Masaru Emoto, al bendecir tu cotidiano y doméstico vaso de agua, lo que estás haciendo es enviar bendición a todas las aguas del planeta; a sus mares, ríos, cascadas, lagos y arroyos. No necesitas ir a ellos; el agua frente a ti está conectada con toda el agua del mundo y tu bendición resuena en todas partes.
Siempre que contemplas el agua y envías mensajes de amor y gratitud, el mundo se llena de amor y gratitud.
Tú puedes cubrir el mundo con amor y gratitud. Haciendo Sagrado lo Cotidiano.
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