Dicen que las hadas saben el día exacto en que brotarán las primeras flores del cerezo… pero no se lo cuentan a nadie.
Reaparecen con el sol de la primavera y germinan con el pujante aire tibio que todo lo renueva, embriagándonos de aromas deliciosos.
Aman los días largos y luminosos, y bajo su vibración etérea nos conectan con los mundos sutiles.
Para atraer la luz de las hadas a tu casa puedes poner pequeñas  fuentes de  agua, casitas para pájaros y comederos, además de flores por las que se sientan atraídas las abejas y las mariposas; Prímulas, Lavandas, Romeros, Petunias, Pensamientos, Rosas, Verbenas, Digitalis, Campánulas, Zinnias. También sienten especial predilección por las setas y hongos.
Seguro que en algún rinconcito de tu jardín, ese que está más salvaje y no demasiado cultivado, ellas se sienten muy a gusto.
 
Ilustración: Hada Gabi, de Adriana Delpiano Ríos.