Un poema de Hafiz se Shiraz*

 
Todas las imágenes de invierno
Veo contra tu cielo.
Entiendo las heridas
Que no han sanado en ti.
Existen
Porque Dios y el amor
Todavía tienen que ser lo bastante real
Para que te permitan perdonar
Al sueño.
Todavía escuchas una vieja canción
Que trae dolor a tu cuerpo;
Ahora, encadena tus oídos
A Su ritmo de tambor y flauta.
Fija tus ojos en
El magnífico arco de Su frente
Que soporta
Y permite que este universo se expanda.
Tus manos, tus pies y tu corazón son sabios
Y quieren conocer la calidez
Del círculo de El Perfecto.
Un verdadero Santo
Es una tierra de la eterna primavera.
Dentro de las venas de un pétalo
De un árbol del Amor en flor
Están los mundos ocultos
Donde algunas veces Hafiz
Reside.
Ahí extenderé
Una alfombra persa
Tejida con luz.
[Donde]Podremos beber vino
De una calabaza ahuecada por mí
Y secada en el techo de mi casa.
Traeré pan que yo he amasado
Y que contienes mis propios
orígenes divinos
Y queso de una ternera que crié.
Mi amor por tu Maestro es tal
Que sólo puedes reclinarte
Y yo te alimentaré
Con esta verdad:
Tus heridas de amor solamente pueden sanar
Cuando puedas perdonar
A este sueño.
 
 
 
*Nacido como Mohammed Shams od-Din, su sobrenombre literario de Hafez (“preservador” en árabe) responde a que conocía de memoria el Corán. Fue místico sufí y, ocasionalmente, poeta de la corte.La traducción del  inglés es de Daniel Landisky.