Como humanidad nos encontramos dentro de una espiral evolutiva y estamos ascendiendo; el salto cuántico lo daremos cuando pasemos de la conciencia individual a la conciencia universal. Jesús lo dijo hace 2010 años pero recién hoy lo estamos entendiendo.
“Lo que eres hoy tiene predestinado un futuro de acuerdo a acciones que has hecho en el pasado y a lo que está aconteciendo ahora”. O lo que es lo mismo, somos lo que somos por lo que fuimos; seremos lo que seremos por lo que somos.
En la misma senda de El Arte de Sanarse Uno mismo, el primer libro de Alvaro Scaramelli, Las Enseñanzas de Jesús Místico, vienen a reiterar que el camino del hombre despierto es el de hacerse cargo de sí mismo.
Así, si en El Arte… la invitación era a despertar el sanador que todos llevamos dentro, reeducando en primer lugar a “la loca de la casa” como llamaba Sor Juana Inés de la Cruz a la chicharra mental, en Las Enseñanzas de Jesús… el camino se prosigue con autobservación, reanudándose por el fértil valle de la autotransformación, pasando de la conciencia dual a la conciencia de unidad.
Porque cuando uno se sana, todo alrededor de uno se sana, las enseñanzas de Jesús son para que los que están ciegos vean, los que están sordos oigan, los que no puedan caminar avancen, los que se sienten sucios o impuros se limpien, los que están atormentados se liberen, y los que están muertos resuciten.
Para espiritualidades maduras, no adolescentes, Scaramelli rescata al Jesús verdadero, al Maestro Universal olvidado, “escondido y casi secuestrado en la tradición cristiana actual”, siendo este libro fruto de un valioso trabajo de investigación en que el autor revisa las palabras de Jesús en los evangelios canónicos, apoyándolas y complementándolas con versiones de evangelios apócrifos, textos gnósticos y coptos, para su mejor comprensión.
Desde una postura fresca y pura que se agradece, en ningún momento se sube al podio de los soberbios poseedores de la verdad, sino que invita, con humildad: “No importa de dónde vengas o en qué religión te criaron, eres alguien que busca a Dios, y Jesús es alguien que puede enseñarte a conocerlo(…)Otros grandes maestros han ofrecido caminos de meditación, silencio, renuncia y soledad, que son también caminos válidos y muy respetados, que conducen a lo mismo. Pero a mi me sobrecoge saber que así como yo, los educados en las enseñanzas de Jesús tenemos a mano un manual de autosanación que no nos han enseñado a usar.”
Sus interpretaciones no atentan contra la tradición, si no que la renuevan, dando nuevas luces, vitalizando las palabras de vida eterna, instando a los lectores a trabajar de manera concreta en su sanación o purificación, para adquirir lo que él llama una Conciencia Divina.
Para acceder al Reino tienes que estar vivo (“Dejad que los muertos entierren a sus muertos”) y estar vivo es estar despierto, consciente, luego de haber vuelto a nacer, habiendo estado dormido, insconsciente.
Jesús es el Hijo del Hombre que es hijo de Dios, que quiere decir que la conciencia divina no viene directamente de Dios, sino que nace del hombre que ha despertado.
Y cuando adquieres conciencia divina, recién entonces puedes conectarte a la conciencia universal, ese estado de gracia en el cual puedes percibir el Reino, pues estar en el “cielo” o en el “infierno” sólo depende del trabajo que hayas hecho sobre ti.
Muchos otros interesantes temas se despliegan (la justicia de Dios, que no es la de los hombres, el perdón, la abundancia, el Yo Soy) mostrándonos el autor como Jesús enseñaba a aplicar las leyes universales, de manera simple y cotidiana.
Hay un gran mérito en decir verdades muy profundas utilizando palabras muy sencillas, descorriendo velos y despertando conciencias. Scaramelli lo hace de nuevo, reinventando y refrescando a Dios.
Alvaro Scaramelli. Las Enseñanzas de Jesús Místico. Ril Editores, 2010