Hace no más de diez años comencé a saludar conscientemente al Invierno. Me costaba sintonizar con su despojo excesivo y sus ramas austeras y ausentes. Hoy, cuando entiendo que todo es sagrado, que todo viene de Dios y va hacia Dios, lo honro y lo bendigo. Pues recién comprendo, que aunque la tierra parece yerma y fría, en verdad está más viva que nunca, gestando en la oscuridad de su profundo vientre, la simiente y los brotes que estallarán en primavera como la vida renovada y nueva.
Honro al invierno, la estación del Silencio Superior, que me invita a mirarme y recogerme… a hacer hogar. ¡Qué afortunados somos si hemos construído uno y disfrutamos de él especialmente en este tiempo!
Aceites esenciales, chimenea encendida (ecológica por favor), gato retozando, algo rico en el horno, ¡olor a hogar!
¡Qué bendición quedarse en casa con lluvia, arropada en la butaca leyendo una novela de páginas bien gruesas y un tazón ardiente! ! ¡Ah el hogar en invierno! ¡Nada más parecido a la felicidad!
Post Sriptum: Actividades para gozar puertas adentro:
Invitar a los niños a preparar churros caseros (¡no es difícil!) y chocolate caliente bien especiado; ver antiguos álbumes de fotos; bordar; tejer; dibujar; ensayar recetas tradicionales de nuestra familia; hacer en casa pan, sopaipillas y sopas (no hay invierno sin ellas); volver a leer los amados libros; volver a ver aquellas viejas películas; convocar a las amigas para un buen aquelarre; disfrutar con la pareja y los amigos de una suculenta fondue, acompañada de un robusto vino.
Totalmente de acuerdo contigo, el invierno es la familia, es el encuentro sin motivo alguno de compartir algo rico alrededor del calor y de que resulte el mejor panorama.
un beso
coqui
La primavera aparece siempre impredecible, un día si y otro no, el Sol va templando la atmósfera y también el ánimo, hasta que de pronto impetuosa, anuncia con flores de aromas exquisitos, el término definitivo del invierno.
Confieso que me cuesta sintonizar o recibir el Invierno, sé que es la estación del descanso de la semilla, pero me causa melancolía y el frío me realmente merma mi resistencia y mi felicidad. Trato de poner al mal tiempo buena cara, y sé que eso no es precisamente honrar al hermano invierno, pero mi termostato corporal se niega…. las manos frías, los pies fríos, pese a la cantidad de ropa que me pongo, hace que cada vez, cada año me cueste un poquito más mirar el calendario, y ver que el Otoño avanza y que se acerca el Invierno, y que hay que darle la bienvenida…..