Hoy se celebra el Diwali (también Divali, Deepavali o Deepawali), una fiesta religiosa que conmemoran miembros de varias religiones en India.
Conocida también como el «festival de las luces», durante el Diwali, la gente limpia sus casas en forma especial y las adorna con lámparas de aceite y velas que enciende al atardecer.
Se estrenan nuevas ropas, se comparte comida y dulces, y las personas se hacen regalos.
No sin fuegos artificiales, Divali es la entrada del nuevo año hindú, y una de las noches más significativas y alegres del año.
La divinidad que preside esta festividad es Lakshmi, la diosa de la Abundancia, de quien se dice jamás entra en una casa sucia y/o desordenada. Por eso, luego de ordenarlas y adornarlas con flores y luces, al anochecer se abren todas las ventanas y puertas de las casas, y en cada una de ellas se hace una ofrenda de luz, para que Lakshmi entre para el resto del año.
También se lanzan barcos de papel o lamparillas encendidas a los ríos sagrados, que, cuánto más lejos vayan, mayor será la felicidad en el año venidero.
A la salida del sol es de ritual lavarse la cabeza, lo que tiene el mismo mérito que bañarse en el río sagrado (el Ganges).
El simbolismo que guarda secretamente la fiesta de Diwali consiste en la necesidad del hombre de avanzar siempre hacia la luz.