La Geometría sagrada crea mundos. os arquetipos primordiales con que el Anima Mundi crea los mundos internos y externos son numéricos y geométricos. Después, los seres humanos les damos una significación basada en la historia y la cultura individual y colectiva…

Desde una perspectiva CUANTITATIVA, la Geometría se define como “la ciencia de la medición de la tierra”. Sin embargo, sus productos son estructuras que, además de servir como patrones para la configuración del mundo material (como apreciamos en las estructuras atómicas de la materia y de los cristales naturales, en relación con los Sólidos Platónicos), son una prueba del desarrollo de la conciencia humana.

Se manifiesta en la creciente capacidad de Abstracción y Simbolización a través de la Historia. Ello ha permitido el acceso a la dimensión CUALITATIVA de la Geometría, que sintetiza y permite identificar aquello “no visible ni manifiesto”.

Por ejemplo, el arte rupestre asociado al Chamanismo, establece las primeras conexiones entre procesos naturales y representación geométrica; Platón establece las características de los cuatro elementos primordiales identificándolos con las características de los Sólidos que llevan su nombre; Leonardo da Vinci resumió la tradición neoplatónica y hermética del Renacimiento en su diseño del Hombre de Vitruvio; Carl Jung tomó como base del Proceso de Individuación el concepto de “Cuaternidad” (un conjunto de cuatro cosas que “son” una), cosa que resumió en su octaédrica “Fórmula de Realización del Self”. Ignacio Matte Blanco, fundador del Psicoanálisis en Chile y de la Bilógica, psiquiatra con una gran intuición matemática, amplió las ideas freudianas del Inconsciente, estableciendo su operación en base a dos principios tomados de la Geometría: el principio de Asimetría (que funda la lógica del consciente) y el principio de Simetría (que funda la lógica del Inconsciente).

Así, reconocido este componente cualitativo, y reconocida su potencia simbólica, la Geometría se expande hasta lo arquetípico, y permite una visión más amplia del mundo. Una mirada que inicia el proceso de integración de la dualidad primordial, como sea que la entendamos.

La Geometría, es una ciencia del Espacio. El concepto de Dimensión (abusado y banalizado por el New Age) nace de su estudio. Desde la perspectiva arquetípica, la Geometría también otorga una estructura al Tiempo (el tiempo cíclico de las cosmovisiones originarias versus el tiempo lineal de nuestra modernidad).

Inconscientemente los seres humanos tendemos a reconocer o asignar un mayor grado de “belleza” o “perfección” a una estructura que manifiesta Simetría. Por ejemplo, lo Redondo, y sus proyecciones en 2da. y 3 ra. dimensión: el Círculo y la Esfera (símbolos tradicionales de la Totalidad y sus derivados). Estas formas despiertan en nosotros los ecos o los anhelos de una “igualdad” o una indivisión primordiales (todos los puntos son iguales, en el sentido de que comparten una característica esencial común: estar a igual distancia del centro).

En las civilizaciones tradicionales, estas características cualitativas de “belleza” y “perfección” (en definitiva, de “armonía”), tenían también su contraparte cuantitativa. Se expresaba en una proporción específica. En el caso griego (que predomina en nuestro inconsciente como Canon de belleza, por el origen de nuestra cultura) es el Número Áureo 1,618…; en el caso precolombino, es la raíz cuadrada de 2.

Así, nuestra alma o psyché, no solo está alimentada por la historia individual y colectiva, que genera símbolos culturales propios de lo humano (como figuras religiosas y mitológicas, o arquetipos junguianos como la Sombra, Ánima y Ánimus, el Héroe y el Viejo Sabio). Hay una base aún más profunda. Ahí habitan arquetipos que no necesitan de la experiencia humana para existir. Platón especuló sobre esta base en su “teoría de las ideas” y en sus reflexiones acerca de la Naturaleza y su “gran alma”, el Anima Mundi. En ella, las ideas geométricas son de las más altas, y determinan el mundo como lo conocemos: punto (0 dimensión), línea (1 dimensión), plano (2 dimensiones), volumen (3 dimensiones). Las mitologías de creación son perfectamente codificables en estos términos (un ejemplo individual: Jung y sus “Siete Sermones a los Muertos”). Formas como la Vesica Piscis, los Sólidos Platónicos, la Flor de la Vida, las estrellas poligonales, etc. son sus hijos.

Pero se puede ir aún más profundamente todavía. Al ADN de la Geometría: al Número

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