Ya ha pasado más de un año, desde que publicamos nuestra declaración de principios.
Todo manifiesto, se plantea como un norte, un destino, un objetivo. Nunca pensamos, sin embargo, que luego de un año, esa brújula se acercaría tanto, que se convertiría en nuestro presente y en nuestra forma de vida.
Desde su aparente virtualidad, reveló recursos desconocidos.
Hemos aprendido mucho, y hemos expandido nuestros conocimientos (en la medida de
lo posible y con toda la seriedad que nos caracteriza), hacia campos nuevos.
Los frutos de esas nuevas búsquedas, comenzarán a verse, a corto y mediano plazo, y sin duda, convertirán nuestros tradicionales Cursos y Talleres, en una experiencia nueva para los estudiantes y para nosotros.
Nuevos nodos de una red que silenciosamente se va creando, integrando nuevas miradas, umbrales, matrices y seres humanos, en medio de una revolución planetaria.
Hemos preservado la sabiduría antigua, y lo seguiremos haciendo, pero enfatizaremos, lo que nos es propio: este tiempo que nos tocó vivir.
Es el nuestro, no el de nuestros linajes u ancestros.Tenemos su bendición, pero ahora nos toca a nosotros construir una cultura nueva, poderosa y fundamentada, según la instrucción y con la venia de nuestros guías y maestros.
Así, nuestro camino seguirá ligado a nuestra experiencia y nuestra creatividad, y se apoyará en tres pilares, que guiarán nuestro ser y nuestro quehacer:
– La cultura de lo Humano: el encuentro del ser humano con sus alturas y profundidades
– La cultura del Vínculo: el encuentro entre lo Masculino y lo Femenino
– La cultura de la Interconexión: el encuentro de lo individual y lo colectivo, en el bien
común
– La cultura del Vínculo: el encuentro entre lo Masculino y lo Femenino
– La cultura de la Interconexión: el encuentro de lo individual y lo colectivo, en el bien
común
Lo que posibilita el INICIO de estas culturas es el SÍMBOLO.
Somos una Escuela de Lenguajes Simbólicos. Y el mayor de nuestros símbolos (y que incluye y posibilita todo desarrollo) es nuestro nombre: HACIENDO SAGRADO LO COTIDIANO.
Facilitaremos y acompañaremos el camino de los símbolos (en la medida de lo posible), para que los estudiantes y nosotros mismos, podamos crear, en la materia, nuestra expresión más genuina y profunda. Y que esa expresión, llena de posibilidades y elecciones, ejercida con todo el libre albedrío del que seamos capaces, determine nuestro destino, enlazando la inmanencia y la trascendencia.
Otra vez, nuestras aspiraciones son altas, y a nosotros “nos falta”.
Aún así, y como dice la simple y potente máxima ocultista: “a todos les falta, pero todos pueden”.
La imagen, de una escena acerca del Santo Grial, recuerda nuestra realeza espiritual.
Desconocemos de quién es la pintura. Si lo sabes, por favor háznoslo saber.