El texto que leerán a continuación es de mi maestra, amiga, hermana, Loreto Ossandón Núñez.
Me lo envió recién, y apenas terminé de leerlo, pensé en compartirlo por toda la luz que encierra. Loreto generosamente, accedió a mi petición.
Salvo el título, lo comparto tal cual ella lo escribió, sin editar.
 
Como todos los años cuando estoy de cumpleaños saco mi estrella de ángeles de cumpleaños, donde hay un ángel que me acompaña en cada mes. El mes de Mayo me apareció el Arcángel Miguel, situación que me dio temor, pues cuando él aparece en mi camino es por que tengo que sortear cosas difíciles… y esta vez como todas las veces que ha aparecido no fue la excepción.
Días antes que comenzará a regir mi mes del Arcángel Miguel comencé a pedir su presencia en mi vida, solicitándole FUERZA Y LUZ DIVINA. Solicitándole que cortará todo desamor en mi vida, que me protegiera frente a todo mal.
Así a los pocos días de comenzar en esta tarea, en mi trabajo me indican que debo viajar a Coquimbo. Ahí me recibió una familia maravillosa y tremendamente generosa, donde sin duda yo sentí toda la magia y el amparo del arcángel Miguel, pues llegué no sólo a un excelente lugar, sino a unos bellos corazones.
Estando grata en esa ciudad, debimos detener la reunión por la hora de almuerzo, así que yo busque donde almorzar y como terminé antes de la hora de que debía volver a la oficina, decidí dar una vuelta. Así entré a una feria que está frente a la plaza de La Serena, ahí comencé a mirar unos cristales. En eso la mujer que los vendía me miró y me dijo: “tu eres una persona muy buena, así que elige un cristal. Yo soy una indígena, yo se porque te lo digo… ponlo en tu bolsillo y guardalo ahí, pues lo vas a necesitar para que te proteja”. Le di las gracias y nuevamente me sentí profundamente agradecida de esa ciudad y de haber tenido la oportunidad de estar ahí. No obstante, las palabras de la mujer me llamaron la atención así que llame a la Su (Susana) y le conté lo que me había sucedido y pensamos en ese momento que eran mis temas de siempre, mis miedos y mis rutinas que no me llevan a puerto…
A la salida de mi trabajo ese mismo día, debía buscar un colectivo el 33 azul. No podía dar con él y justo se me acerca una señora diciéndome que ella busca el mismo, entonces yo le dije “Que le parece si buscamos juntas, pues así daremos con él más rápido”, le pregunté a un colectivero y él me indicó el lugar. La señora estaba tan agradecida con mi gesto y mirándome fijamente me dijo “Su vida se va a llenar de bendiciones”. Cuando nos subimos al colectivo una señora se sienta en la parte de adelante, pero cuando llego el momento de pagar se da cuenta que le faltaban $100 pesos y le dice al colectivero que deberá bajarse ya que no cuenta con más dinero. En ese momento le dije que no se bajara que yo le ponía los $100 pesos. Ella me dijo que como iba a hacer para devolvermelos, y yo riendo dije que como me iba a devolver $100 pesos, que eso no alcanzaba ni para un super8, así que no se preocupará y que lo dejará así. La mujer se dio vuelta me miro y me dijo “Su vida se va a llenar de bendiciones”. Yo sólo agradecí. En ese momento me sentí tan contenta del viaje, de la ciudad y de la generosidad de todo, pero hasta ahora no me había dado cuenta que el colectivo que debía tomar era 33 azul. 33 el número de los grandes maestros, de las grandes energías, de la luz. Y el azul de mi amado Arcángel Miguel.
A la semana siguiente, estando de vuelta en Santiago debía practicarme un examen de mamas. Era un examen de rutina, motivado principalmente en porque soy tremendamente sana. Cuando me estaban efectuando el examen, comenzamos a hablar con la Doctora. Ella me decía que tenía unas bolsitas de agua, pero que todo eso era normal, que si tuviera una pelota dura eso sería feo. Entonces cuando pasa a la otra mama comienza a decirme, que ahí tenía una pelota dura, que eso no era bueno, pero que no me preocupara que me podía operar, que ahora habían muchos tratamientos para tratar estas cosas. Que podían hacerme una biopsia para estar seguros o bien se podía esperar a ver su evolución. Ufff la verdad el tiempo restante sólo sentí ruido, me hablaban, pero yo sólo quería salir lo más rápido de ese lugar. Sólo recuerdo que llame a mi querida amiga Sara, pues estaba desesperada… tenía miedo y no sabía que hacer… sólo sabía llorar.
Al día siguiente fui a ver a la Su (Susana), para que me dijera que decían las runas. Ella me dijo en esa oportunidad que Sí, que tenía un cáncer, pero que iba a aprender del cielo, pues al correr de los días esto iría siendo cada vez menor. Que debía aprender de mis frustraciones, de mis descompromisos, pero sobre todo de la masculinidad que esconde a mi bella mujer. Así comencé a meditar todo ese fin de semana, fui recorriendo mis chacras curandolos con luz, me ha costado aprender de la debilidad como una fortaleza… pero me deje acurrucar, que me cuidarán, que me invitarán y sobre todo me deje seducir por mi debilidad.
Pasaron los días y el 22 de mayo después del feriado debía ir a buscar los resultados de mi examen. Estaba nerviosa, así que acordé con un amigo encontrarme después de la consulta. Me entregaron el examen y tal como decían las runas, ya el diagnóstico no hablaba de tumor, sino que de 2 nódulos, donde el más grande media 10mm y que se recomendaba monitorear. Mientras caminaba leyendo este nuevo diagnóstico y con lo nerviosa que estaba, perdí todos mis documentos… pero yo lo tome como parte de la magia… pues se dice en ella :” Que nuestras cosas se pierden o se rompen para sacrificarse por nosotros, para que así la armonía vuelva a nuestra vida”… y así aunque he estado sin plata, siendo una nn, manejando a la mala, no me preocupé y agradecí y bendecí a cada uno de mis objetos perdidos por devolver a mi la paz.
Ayer lunes debía ir a un experto en mamas a mostrar mi examen. Con toda la lluvia… como todas las lluvias que aparecen en mi vida cuando el arcángel Miguel se pone de mi parte, camine hasta la consulta del doctor. Él revisó mis examenes, los miro y dijo “Aquí no hay nada”… me pidió el diagnóstico y él me dijo “el diagnóstico no se condice con las imágenes”. Me dijo que para estar seguro me examinaría y termina diciendo “No tienes nada”…
… y así mi vida se lleno de magia… me mostró nuevamente a mi amando Miguel, que me defiende, me cuida y sobretodo me quiere. La magia me enseño que debo aprender de la debilidad como una fortaleza, que se debe aprender a perder para ganar, que tengo una linda mujer que mostrar y que como dice mi querido Joaquín Sabina: “Si alguna vez he dado más de lo que tengo, me han dado algunas veces más de lo doy”.