Un testimonio de Cristóbal Fones, SJ

Queridos amigos,

Vengo llegando del funeral del Padre Dubois. Mi corazón se desarma de gratitud. A él no lo conocí. Sobran los testimonios sobre su entrega a los más pobres, su férrea defensa de los derechos humanos y su estampa sacerdotal. El homenaje del pueblo muestra con toda transparencia que fue un auténtico discípulo y amigo de Jesús. Muchos lo llorarán y su recuerdo quedará entre los resucitados de la historia… Su ejemplo nos conmueve y nos moviliza hacia el amor.

Pero quiero compartir otra cosa… Hoy volví a sentirme Iglesia junto a los más pobres, comunidad viva, espontánea, centrada en el amor y la justicia. Iglesia de Jesús. Hoy mi corazón se encendió como en los tiempos de mi juventud. Me sentí profundamente agradecido de ser católico, de ser acogido en esta comunidad viva que busca un mundo nuevo, que habla fuerte y golpeado, que tiene sentido del humor y que prevalece por sobre los formalismos y rigideces que a veces tenemos los curas.

Había de todo, era una asamblea muy inclusiva. Y, aunque el pobre Tito Gallardo (guía de la ceremonia) tenía la difícil tarea de encauzar la cosa, nuestro Pastor supo sonreir, esperar, acoger y acompañar. Tuvo también la delicadeza de permitir a don Alfonso Baeza hacer la homilía, que nos sacó llantos y risas, que dejó sonar los kultrunes y trutrukas, que no sintió como amenaza sino como gesto de amor el potente y verdadero grito de nuestros corazones: “Pierre, amigo, el pueblo está contigo”. “Cura consecuente, que entregó la vida por su gente…”

Durante las peticiones, el habituado “escúchanos, Señor, te rogamos” se convertía en verdadera proclama, explosión de aplausos por la causa mapuche, las luchas obreras, el clamor de los marginados, las esperanzas de los pobres. El P. De Ferraris contaba que el P. Pierre cambiaba la letra de la canción “que el rico te mire en cruz… y a sus hermanos regale” por “… y a sus hermanos devuelva!!”. Cura agudo, acertivo.

Doy gracias a Dios por Jesús. Doy gracias a Dios por permitirme esta alegría de conocerlo vivo entre los pobres. Doy gracias a Dios por la Iglesia que me ha llevado a los pobres y a Jesús. Doy gracias al arzobispo Ezzati, que se atreve y aprende a escuchar. Estas semanas han sido de una auténtica alegría. La carta de los obispos de la CECh hay que repartirla y rezarla y aprendérsela y cantarla y hacerla nuestra y de todos. No lo dejen de hacer: http://www.iglesia.cl/cartapastoral2012/
Me quedo con una imagen: En las ofrendas, una lamngen subió con el kultrung para hacer visible a todo el pueblo la lucha de nuestros hermanos en huelga de hambre… Hoy pasaron de 4 a 9. Se sumaron los 5 de Temuco. El afafán fue espontáneo. Nos importa su suerte, nos duele su miseria, nos impacta su valentía. El arzobispo la besó y la escuchó con sinceridad. Ella se sintió en casa. ¡¡Y es que estaba en su casa!! ¿No es esa la iglesia de Jesús? Vamos y encendamos nuestro mundo con el fuego de la justicia y el abrazo de la paz. De la celebración a la vida; ésa es la auténtica liturgia. Del signo al gesto, de la proclama al verdadero compromiso, de la Palabra a la acción y la hermosa y sencilla lucha cotidiana.

Que Jesús Resucitado nos siga animando en esta misión,

Cristóbal Fones, SJ

Fotografía: Demotix Images