Si bien fueron los franceses de Le Fournil (lugar que he comentado ya muchas veces) quienes enseñaron a los chilenos qué era una legítima baguette francesa, un pain au chocolat o un sacristin, La Chocolatine me gusta más porque es  más pequeña, más artesanal, menos ambiciosa, casi como una réplica de alguna sencilla panadería del sur de Francia donde siempre hay un lugar para probar las últimas novedades del panadero.

Con todas las características de la tradicional boulangerie, hay una decena de variedad de panes dispuestos en campestres canastos: provenzal, con aceituna negra y orégano; la fougasse, con aceituna verde; de cebolla; de ajo; de queso, de nueces; etcétera.
Detrás del simple mostrador acristalado descansa recién horneada la pastelería: brioches, frangipanes, amandines y los clásicos e inigualables croissants, conocidos en este lugar del mundo como medialunas, perfectas en sabor, textura y aroma.
Hay sólo cinco o seis mesitas lo que da todavía más encanto a este mágico lugar.

La Chocolatine. Panadería y pastelería francesa. Vitacura 7269. Frente a la iglesia Los Castaños.