La imaginación no tiene límites… pero ¿hasta dónde llegaremos? Estos nuevos modelitos, son la última moda en Japón, y lo que ves, no son faldas transparentes, sino fotografías impresas en las faldas.
No sé tú, pero yo en estos temas soy victoriana. Me parece que andar mostrando la ropa interior (¡interior, íntima!) es una falta de decoro y delicadeza absoluta.
Me gusta la idea de que las parejas seamos muy recatadas en público y muy apasionadas en la intimidad de nuestras habitaciones.
Hace unos años atrás, por estos lares y otros, estuvieron muy populares los pantalones más abajo de la cadera, dejando ver chuscamente los calzones o los calzoncillos, y las zapatillas se usaban bien abiertas, ojalá sin cordones. ¿Tendrían idea los jóvenes que portaban fascinados esos atuendos que ellos se inspiraban en la cárcel, dónde está prohibido a los reos usar cinturones y cordones por razones obvias?
Una prueba más de que no toda innovación vale. Además,¡por favor! Si yo fuera a usar un modelito semejante, por lo menos me buscaría uno que mostrara algo bueno!
No es posible hacer alguna comparación con la cultura japonesa, ni estéticos ni morales, ni religiosos. Para una crítica en este caso no se puede dejar de lado este aspecto cultural. Bueno, creo no es necesario mayor abundamiento al respecto, te sugiero comentes Lost in Traslate o Perdidos en Tokio.
No veo la relación, si me la puedes explicar… en Perdidos en Tokio (que sé es una de tus favoritas pues la vimos juntos más de alguna vez), se narra una historia de amor que nace de miradas, encuentros en un bar de hotel y silencios cómplices; todo cargado de un delicado y amoroso erotismo, ¡y estas faldas son chuscas!
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Me sorprende no dejar nada a la imaginación que es tan poderosa.. Prefiero una sensualidad mas recatada que inspire los pensamientos y sentimientos del otro,