Anoche recibí un mensaje que decía simplemente:
– Linda, te quiero agradecer.
– Por? Pregunté al otro lado de la pantalla.
Por tu información del boletín. Nos llevó a formar un grupo liiindo de meditación sanando nuestro útero como propones.  Fuimos 20 bellas mujeres de distintas edades…desde 14 hasta cerca de 60 años.
Tremendo regalo que abraza mi corazón. ¿Cómo no sentirme infinitamente agradecida, infinitamente bendecida?
Como dijo alguna vez Martin Luther King, si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol.
¡Gracias por caminar juntos estos tres años haciendo sagrado lo cotidiano.
¡Gracias a tantas y a tantos por estar ahí!
¡Bendiciones!