Un texto de Rosario Castellanos
Una mañana, el marido vuelve a su cabaña después de varias horas de pesca y decide dormir una siesta.
Aunque no conoce bien el lago, la mujer decide salir en la lancha.
Se mete lago adentro, ancla y lee un libro.
Se acerca un guardián en su lancha, se aproxima a la mujer y le dice:
– Buen día, señora. ¿Qué está haciendo?
– Leyendo un libro -responde ella.
(Piensa: ¿No es obvio?)
– Está en zona restringida para pescar -le informa él.
– Disculpe, oficial, pero no estoy pescando, estoy leyendo.
– Sí, pero tiene todo el equipo. Por lo que veo, podría empezar en cualquier momento, tendré que llevarla y detenerla.
– Si hace eso, le tendré que acusar de abuso sexual -dice la mujer…
– ¡¡¡Pero ni siquiera la toqué!!! -dice el guardia.
– Es cierto, pero tiene todo el equipo, ¿ o no?. Y por lo que veo, podría empezar en cualquier momento.
– Disculpe, que tenga un buen día, señora.
Y se fue…
MORALEJA:
Nunca discutas con una mujer que lee… Sabe pensar.
fotógrafo: mark sebastian
buenísimooooo, mil gracias maestra.
Feliz día.
Ange
Me encantò! y es cierto!
Acabo de conocer tu pàgina, y estoy hace mucho rato navegando en ella 🙂