En tiempos antiguos la magia abundaba en las casas.
Los alimentos se bendecían antes de cocinarlos y se daba las gracias en la mesa antes de comerlos.
Las mujeres protegíamos nuestros hogares e invocábamos a los espíritus de la naturaleza para cosechar, limpiar, cocinar, amamantar, tejer, hilar, amar y orar.
Los conjuros eran pan cotidiano y todos los aspectos de la vida estaban atravesados por ceremonias o rituales que hacían sagrada la existencia.
Hoy hemos perdido esta mística y se ha debilitado nuestro espacio vital. Pero podemos recuperarlo. Sólo nos hace falta tomar conciencia de que nuestro hogar es el centro físico de nuestra fuerza y puede ser convertido en un santuario que nos contenga y fortalezca. No importa lo que pase afuera si cuando llegamos a casa entramos en un espacio armónico que nos llena de confianza, seguridad y protección.
Hacer sagrado lo cotidiano significa dar la espalda a la realidad vacía y materialista de un mundo que se autodestruye para abrir los brazos al lado espiritual de la vida.
¡Te invito a revolver el caldero mágico !
¡Ven a hacer sagrado lo cotidiano participando de este mágico taller!
 
Auspician: Vesta y Deméter
 
Si quieres ver cómo se gestó este taller pincha aquí
 
Valor $ 13.500
 
Grupos pequeños, Cupos limitados.
 
Si deseas participar no olvides inscribirte aquí
 
Ilustración: Oráculo Druid Plants