“La Gran Invocación” es un mantra o rezo que la escritora y canalizadora Alice Bailey afirmó haber recibido del maestro tibetano Djwhal Khul, para ser entregado a la humanidad con el propósito de acelerar el desarrollo evolutivo humano.
Publicada en abril de 1945, y desde entonces traducida a más de 75 idiomas, La Gran Invocación no pertenece a religión, sector o grupo alguno. Es propiedad de toda la Humanidad.
Hoy, 11 del 11 de 2011, se abre un portal que es una nueva oportunidad para que la luz inunde nuestros corazones, y así, corazón a corazón, a toda nuestra humanidad.
Por eso, desde donde estés, profeses la religión que sea, si es que profesas alguna, te invito a leer esta oración poniendo como intención el proceso de Ascención vibracional al que los humanos estamos llamados; nuestro avance definitivo y amoroso hacia la luz.
La Gran Invocación
Desde el punto de Luz en la Mente de Dios,
Que afluya luz a las mentes de los hombres;
Que la Luz descienda a la Tierra.
Desde el punto de Amor en el Corazón de Dios,
Que afluya amor a los corazones de los hombres;
Que Cristo retorne a la Tierra.
Desde el centro donde la Voluntad de Dios es conocida,
Que el propósito guíe a las pequeñas voluntades de los hombres;
El propósito que los Maestros conocen y sirven.
Desde el centro que llamamos la raza de los hombres,
Que se realice el Plan de Amor y de Luz
Y selle la puerta donde se halla el mal.
Que la Luz, el Amor y el Poder restablezcan el Plan en la Tierra.
Mónica,
Gracias por difundir la Gran Invocación, que es para mí una revisión cosmica del Padre Nuestro dado por Cristo. Es muy interesante comparar los dos textos. El rezar uno o el otro tomando el peso de cada palabra es en ambos caso una gran lección de vida.
Namaste,
Diane
Ahora que esta tan de moda invocar e intencionar, este dato nos muestra que no hay nada nuevo bajo el Sol, la luz y el amor son lo de siempre