Gracias a todos los que leen, valoran, y más aún, a los que muy amablemente agradecen y comparten. Hace alrededor de 3 años, empecé a escribir el informe astrológico semanal, y me siento muy feliz de recibir sus comentarios, -públicos y privados-, en relación a que sientan estas reflexiones como un aporte. Sigo entonces, haciendo Astrología para todos. 
 
Haciendo Sagrado lo Cotidiano, cumple  este mes, 10 años, y por esa fecha, aguardaba en el sitio en construcción, una bella imagen de la diosa Imbolc, palabra que en lengua irlandesa significa “en el ombligo”(i mbolg) y se asocia a la expresión “en el vientre” (de la madre). Hoy es su día en el Hemisferio Sur, y tradicionalmente Imbolc honra el fin del invierno, las semillas que empiezan a germinar bajo tierra.
Más mientras germinan, en este año 2020, seguimos transitando tiempos que no son fáciles. Se vienen por delante dos semanas fuertes, por lo que la recomendación para los próximos quince días, será mantenernos flexibles. 
Las lunas llenas son momentos de culminaciones, en los que entra mucha luz; vemos todo, lo que nos gusta, y lo que no. Con el Sol en Leo, enfrentándose a la Luna en Acuario, seguimos mirándonos, para brillar en nuestra propia historia, volviendo a nacer, y decirnos, esta (e) soy yo, para compartir esos brillos nuevos con otros.
 
Urano en Tauro, se encuentra en este momento, en cuadratura con la Luna y el Sol. Estos días podríamos esperar situaciones sorpresivas, inesperadas, que podrían ser favorables o desfavorables. Lo que nos daba estabilidad, se sigue cayendo, para que aprendamos a vivir con lo incierto, y lo no manifestado. 

Hoy lunes, el Sol en Leo y la Luna Llena en Acuario, sumarán esta tensión a Urano, y Mercurio, que por su parte, hará oposición a Saturno. Será un día día particularmente molesto, en que podríamos sentirnos muy restringidos. En nuestra Escuela de Lenguajes Simbólicos, ceremoniamos una vez más, con la Sintonización Mundial Bendición del Útero.

El martes, tendremos a Marte cuadrando a Júpiter, por lo que podríamos esperar conflictos a nivel mundial en temas de justicia y de fronteras. A nivel personal, hay que cuidar el exceso de energía, así es que a mover el cuerpo para canalizar de manera saludable este tránsito. Mercurio saldrá de Cáncer e ingresará a Leo, proponiendonos nuevas  creatividades, emprendimientos, brillo. Ojo con la grandilocuencia. 
Miércoles y Jueves tendremos la Luna en Piscis, por lo que sugiero (primero que nada a mi), bajar un poco la marcha, descansar si se puede, conectarnos con lo esencial, con la meditación, la oración, el jardín, el arte.
 
El viernes, Venus entrará en Cáncer , entonces tendremos ganas de estar en el nido, de hacer hogar, en familia o con quienes nos sintamos en familia. Podríamos esperar también reencuentros con personas del pasado.
 
El finde se viene muy desafiante y tendremos que manejar la frustración. Marte, que con su intensidad seguirá hasta enero haciendo tensión a Saturno, Plutón y Júpiter en Capricornio, tocará algunos puntos sensibles del cielo, por lo que es muy probable, que a partir del viernes, y durante sábado y domingo, en conjunción a Lilith y con la Luna en Aries, -la más reactiva de todas las lunas- vuelvan a, activarse a nivel social, estallidos y turbulencias. También podríamos esperar movimientos telúricos o tormentas. (La semana pasada alguien me escribió diciendo le daba miedo leer estos temas. Aclaro para todos, que estos pronósticos son probabilidades, energías en curso, y que nada está escrito en piedra).
Podrían venir días de mucha violencia, estrés e incomodidad a nivel emocional, ya que, por supuesto, estamos todos muy exigidos y susceptibles debido a todas las restricciones, más aún, cuando adelantándose la energía, podríamos sentir desde el domingo, la cuadratura que el lunes 10, Mercurio hará con Urano.
El status quo instalado en Capricornio, no quiere moverse de su lugar de dominio y poder, y Marte quiere arrasar ; ¿recuerdan el ariete de los vikingos del que les hablé al inicio del segundo semestre? 
 
¿Qué hacer? Tener paciencia, bailar, caminar, mover el cuerpo, recordarnos que esto también pasará. Desconectarnos de lo que no tenemos, y abrazar lo que ayer no teníamos y hoy sí: Nuevas revelaciones y aprendizajes, nuevas relaciones, nuevas maneras más humanas de vivir.
Seamos adultos. Una vida agradecida también es una elección.