“Deja que las cosas se rompan, deja de esforzarte por mantenerlas pegadas. Deja que la gente se enoje. Deja que te critiquen, su reacción no es tu problema. Deja que todo se derrumbe, y no te preocupes por el después.

 

¿A dónde iré? ¿Qué voy a hacer? Nadie se ha perdido nunca por el camino, nadie se quedó sin refugio. Lo que está destinado a irse se irá de todos modos. Lo que tenga que quedarse, seguirá siendo.

 

Demasiado esfuerzo, nunca es buena señal, demasiado esfuerzo es signo de conflicto con el universo.

 

Relaciones.Trabajos. Casa. Amigos y grandes amores…

 

Entrega todo al creador, riega cuando puedas, ora y baila pero luego, deja que florezca lo que debe y que las hojas secas se arranquen solas.

 

Lo que se va, siempre deja espacio para algo nuevo: son las leyes universales.

Y nunca pienses que ya no hay nada bueno para ti, solo que tienes que dejar de contener lo que hay que dejar ir.

 

Solo cuando tu viaje termine, entonces terminarán las posibilidades, pero hasta ese momento, deja que todo se derrumbe, deja ir, déjalo ser”. #comerrezaramar

Hoy fue la Luna Nueva en Leo, en que probablemente comenzaremos una nueva vida, terminando con aquello que no suma.

En esta apertura energética, la Luna se alinea al Sol, para que veamos nuestra propia luz, y la hagamos brillar, en los próximos seis meses. Y nadie puede hacer brillar lo que no conoce. Por eso, la invitación es a mirarnos, a conectar con nuestro corazón, encontrando el coraje y el fuego interno necesarios, para ser como niños, genuinos y creativos, reales, y desde allí, ir por  nuestra esencia, con más conciencia y vitalidad. 

La vida no admite representantes. Así, debemos caminar sobre nuestros propios pasos, haciendo vibrar nuestro corazón.

 
Esta lunación, si bien es de comienzos, ocurre en tensión a Urano en Tauro, pudiendo traer rupturas. Máxime, cuando Marte en Virgo haga cuadratura a los nodos, y Venus en Virgo, por su parte, se estará oponiendo a Neptuno en Piscis, pidiendo limpieza, exactitud, autocuidado y purga. Entonces, nos preguntaremos si vale la pena seguir sosteniendo alguna relación, algún trabajo, alguna amistad, o en realidad, estamos ahí por pura obligación, o lo que es peor, por puro espejismo, creado por la sed. Revisemos las incomodidades vinculares, y vamos por las genuinas. Hace mucho tiempo aprendí, que detrás de toda incomodidad, siempre se esconde una deshonestidad.  
 
Esta semana continúa la tensión entre sentir que queremos avanzar y no podemos, pero vamos de todas maneras, por ello que anhelamos. El rápido Mercurio, entrará a mitad de semana en Virgo, y ayudará en el orden y en el discernimiento que debemos tener en el día a día. Pero antes (en Leo), hará una oposición a Júpiter en Acuario, pudiendo exacerbar o desbordar también, comunicaciones rupturistas en el colectivo. Reconocemos claramente dos “bandos” a nivel mundial en relación a la pandemia; ambos quieren tener la razón, e imponerse al otro. Nuestro querido amigo Luis Jiménez, de la Escuela Andalusi, ha reflexionado magistralmente en torno a ello, señalando que los oscuros conocen muy bien, y siguen aplicando la vieja máxima de dividir para reinar. No dejemos que nos confundan. Nunca los seres humanos habíamos tenido tanta apertura de conciencia hacia la nueva Tierra, como en estos tiempos. 
 
Mercurio en Virgo cuadrando a Lilith en Géminis, podría traer también, muchos dimes y diretes, especialmente entre Geminianos, Virginianos, Sagitarianos y Piscianos, de Sol o Ascendente. Ojo ahí, con lo que escuchamos, con lo que decimos, con la información que nos creemos.

Durante el miércoles, y el resto de la semana, la Luna conjunta a Venus en Virgo, en trígono a Plutón en Capricornio, nos ayudará a consolidar algo que nos apasione. Muy buenos aspectos para encuentros, firmas, sociedades, inversiones, proyectos, mayor conexión con esa persona.

Seguimos haciendo Astrología para todos. Gracias por estar ahí.